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60 años después de la masacre, Kafr Qasem, no quiere una disculpa del Gobierno israelí

28 Octubre 2016


La masacre de 1956 donde 48 aldeanos inocentes fueron asesinados por policías de frontera israelíes sigue siendo una herida abierta en la sociedad palestina. Sus actuales residentes están montando un espectáculo audiovisual para transmitir el mensaje: Asumir la responsabilidad de lo que pasó aquí.



Jazi Isa, miembro del comité organizador del memorial Kafr Qasem.

Los funcionarios del gobierno no han sido invitados a los eventos conmemorativos de este sábado por el 60º aniversario de la masacre de Kafr Qasem. “No voy a invitar al asesino a mi casa”, señaló esta semana, Jazi Isa, miembro del comité organizador.

Isa, de 20 años, lleva el nombre en honor a un pariente que fue asesinado en la masacre llevada a cabo en el pueblo por policías israelíes de frontera el 29 de octubre de 1956, el primer día de la crisis de Suez. Cuarenta y ocho hombres, mujeres y niños fueron asesinados, incluyendo a una mujer embarazada. Su feto se cuenta en el pueblo como la víctima número 49. Ellos fueron asesinados a tiros cuando regresaron de su jornada de trabajo, sin saber  que el pueblo había sido puesto bajo toque de queda unas horas antes, debido a la tensión con la vecina Jordania.

Cuando se le preguntó si el primer ministro, Benjamin Netanyahu, fue invitado a los actos conmemorativos, Isa contestó: “No estoy diciendo que Bibi es el asesino, pero él representa a los asesinos. En la comunidad palestina, cuando se realiza una ‘sulha’ [la paz entre enemigos], el asesino no puede entrar en la casa de la víctima a menos que él diga “sí, lo hice, aquí estoy, reconozco mi responsabilidad…,”. Se debe pedir perdón delante de todos y pagar por el daño…”.

Sesenta años después de la masacre, Kafr Qasem ya no está a la espera de una disculpa por parte del gobierno. Pero los residentes hacen hincapié en su comparación con el Holocausto y están montando un espectáculo audiovisual incluidos órganos, sangre y brutalidades de los soldados para transmitir el mensaje: Asumir la responsabilidad de lo que pasó aquí.



La exposición conmemorativa de la masacre de Kafr Qasem.

En los 60 años transcurridos desde la carnicería la actitud de Israel se ha complicado. Quienes participaron en ella fueron condenados y algunos en un primer momento condenados a largas penas de prisión por una corte militar. El Juez Benjamin Halevy acuñó la frase “una orden” como flagrantemente ilegal en su veredicto. La instrucción a los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel que están obligados a rechazar una orden “tiene una bandera negra volando”, la cual se ha convertido en parte del legado de  Kafr Qasem.

Pero la condena de los condenados ‘pronto fue conmutada por el jefe de personal, y fueron indultados por el presidente y puestos en libertad. El acusado de más alto rango, Coronel Issachar Shadmi, comandante de la brigada a cargo de la zona, fue condenado a una multa simbólica de 10 centavos por el abuso de autoridad. El Mayor Shmuel Malinki, comandante del batallón de la Patrulla Fronteriza, declaró en el juicio que Shadmi le había ordenado hacer cumplir el toque de queda con disparos. Le consultó qué pasaría con los que vuelven al pueblo después del toque de queda, Kedmi indicó que Shadmi había dicho “que Dios se apiade de su alma.”

Ministros y presidentes que han visitado el pueblo durante años utilizaron palabras como “lo siento”, “vergüenza” y “disculpa”. Pero el año pasado el Knesset rechazó por una gran mayoría leyes en las que Israel reconocería oficialmente su responsabilidad en la masacre.

“No necesitamos su disculpa. Hemos dejado de jugar ese juego “, dijo el diputado del MK (Lista Árabe Conjunta) y   jefe del Consejo de Kafr Qasim, Ibrahim Sarsur, en un recorrido por el pueblo, cuyas calles estaban adornadas con banderas negras.



Ibrahim Sarsur, diputado del MK (Lista Árabe Conjunta) y jefe del Consejo de Kafr Qasim.

“No tengo ninguna duda de que los dignatarios que vinieron, como el Presidente Rivlin, expresaron sentimientos sinceros. Pero ninguno de ellos tuvo el coraje de pararse y decir: “Pido disculpas por el Estado de Israel y anunciar que es plenamente responsable de lo sucedido aquella terrible noche.”

Sarsur nació dos años y medio después de la masacre. “Doce de mis familiares cercanos fueron asesinados en ella. Dos de ellos regresaban en un camión del trabajo en el área de Petah Tikva y fueron asesinados a sangre fría. La orden era bajarlos y poner una bala en la cabeza de todos. Les dispararon de nuevo para verificar su muerte “, informó al diario Haaretz.

La conmemoración anual se inaugurará este sábado con una marcha desde la plaza principal del pueblo hasta el cementerio. Los organizadores han publicado un folleto en árabe, hebreo y en Inglés, instalando la masacre en un continuación de una serie de atrocidades – la masacre de Deir Yassin de 1948, el Día de la Tierra en 1976, los acontecimientos de octubre del 2000, el asesinato de los residentes Shfar’am en el año 2005, entre otros.

“Sesenta años han pasado y los aldeanos de Kafr Qasem aún están a la espera de que se haga justicia”, dice el texto. “La bandera negra todavía está volando sobre cientos de órdenes flagrantemente ilegales, que las fuerzas de seguridad israelíes llevan a cabo casi todos los días.”



El museo en Kafr Qasem.

Rim Amar, de 44 años, perdió a su abuela paterna en la masacre, Kamisa Amar. Ella tenía 50 años cuando fue asesinada. El padre de Rim se salvó. “Me dijeron que mi abuela, quien tuvo siete hijos, mantuvo a toda la familia junta, era independiente y fuerte”, dijo.

En el día de la masacre su abuela reemplazó a otro pariente en la cosecha de aceitunas fuera de la aldea. Cuando regresó ella aún estaba cantando con sus amigas en el coche cuando vio cadáveres esparcidos alrededor. “Ella y sus amigas imploraron clemencia. Pero fueron asesinados a tiros antes de que pudieran salir del coche. Cayeron una encima de la otra en un montón. Sólo uno se salvó”, señaló Rim.

“El reconocimiento por parte de Israel de la masacre sería para nosotros, también un reconocimiento de las injusticias de Israel desde 1948 hasta el día de hoy”, afirma Amar. “Sería un reconocimiento de todos los traumas que Israel nos ha causado – 1948, 1956, 1965, 1976, la segunda intifada y lo que está sucediendo hoy en Gaza – todo es el mismo sistema y la misma política de gobierno a través de las generaciones.”

Este año, los organizadores decidieron hacer hincapié en la comparación entre este evento y el Holocausto. “A los sionistas no les gusta este tipo de comparación, sin embargo, Ben-Gurion se sentó con los asesinos del pueblo judío, (¡tratándose de dineros!), firmó un acuerdo con ellos en la que Alemania hasta el día de hoy todavía está pagando a Israel”, dice Sarsur, en referencia al acuerdo de reparaciones con Alemania de 1952.



Rim Ammar, perdió a su abuela en la masacre de Kafr Qasem.

“En este caso, somos las víctimas. Somos como los judíos en Alemania.”

Más adelante, señala: “Es cierto que los judíos no son nazis, pero asesinaron a mi gente. A pobres agricultores, mujeres, ancianos, niños. Es hora de que se sienten con nosotros al igual que los alemanes se sentaron con ellos, y darnos a nosotros las mismas cosas que les pidieron a los alemanes”.

Un documento de 1957 enumera las reparaciones que el Estado dio a las familias de las víctimas asesinadas y heridas durante la masacre, de acuerdo con las recomendaciones de una comisión israelí, 5.000 liras israelíes para los herederos de cada víctima asesinada y 300 liras a cada persona herida. “El comité considera que el incidente queda cerrado”, afirma el documento.

“Ben-Gurion quería garantizar que los familiares de las víctimas no tuvieran la posibilidad de demandar al Estado por el delito que cometió”, dice el folleto.

La comparación entre la masacre de Kafr Qasem y el Holocausto se realizó por primera vez en el juicio, cuando el juez le preguntó a uno de los acusados si él habría justificado a un soldado nazi que estaba obedeciendo órdenes. En 1986, 30 años después de la masacre, Shalom Ofer, uno de los soldados condenados, dijo en una entrevista a Ha’ir: “Éramos como los alemanes. Detenían camiones, sacaban a los judíos fuera y les disparaban. Lo que hicimos fue lo mismo. Estábamos obedeciendo órdenes como un soldado alemán durante la guerra, cuando se le ordenó matar a judíos”.

El folleto tiene fotografías de las víctimas del Holocausto Nazi. La presentación audiovisual incluye dibujos y esculturas de soldados disparando a un grupo de mujeres palestinas en un camión, junto con manchas de sangre, órganos y banderas con el lema “No Olvidaremos” y “Nosotros No Perdonamos”.

Fotos: Tomer Appelbaum

Fuente: 60 years after massacre, Kafr Qasem doesn’t want an apology from the Israeli government

Copyleft: Toda reproducción de este artículo debe contar con el enlace al original inglés y a la traducción de Palestinalibre.org

Fuente: Ofer Aderet, Haaretz / Traducción: Palestinalibre.org