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[En imágenes] Argentina: cultura, juventud y organización social

por Sergio Segura, Redacción ProMosaik América Latina, 19-9-2016

Cada vez que América Latina empeora su rumbo, surgen iniciativas y proyectos políticos donde la juventud es la protagonista de las respuestas frente a una realidad agobiante y paralizadora. 

La organización juvenil Agite Rebelión brindó el pasado fin de semana un campamento en una fábrica que fue recuperada luego de la crisis económica de 2001. Este espacio en el sector de Monte Chingolo (zona sur de la  provincia de Buenos Aires) hoy está al servicio de la comunidad como fuente de trabajo, cultura y educación popular. Allí se encontraron alrededor de 100 personas provenientes de diferentes territorios, intereses y subjetividades. Las jornadas constaron de ejercicios de teatro, música hip-hop, deporte, murales, memoria y bailes populares, a su vez discutieron sobre problemáticas sociales y posibilidades colectivas, entre otras actividades que suman a “este esfuerzo por no dejar en manos de la violencia y la ignorancia a una juventud con la capacidad y responsabilidad de construir una sociedad diferente”, según lo manifestó una de las participantes.

En Chile, el movimiento estudiantil labra una lucha por el reconocimiento de sus derechos, tanto la comunidad universitaria como la de estudiantes de secundaria posicionaron durante los últimos años la discusión de la gratuidad y calidad de la educación ante un gobierno que es ejemplo mundial de neoliberalismo. El Estado colombiano pisotea a sus jóvenes negando la posibilidad de vivir dignamente al no garantizar oportunidades básicas para que la guerra o la delincuencia no sea el pase hacia el futuro. En Argentina, los cambios abruptos en la calidad de vida y el recrudecimiento de la represión tienen en alerta a los movimientos sociales, donde cada día llegan jóvenes a aprender de las diferentes artes, a compartir su ensoñación de sujetos libres y a encaminar la rabia cotidiana que a veces no encuentra senderos.

Durante este encuentro conmemoraron  los 10 años de la segunda desaparición de Jorge Julio López, un albañil víctima de la dictadura cívico-militar que desapareció nuevamente después de haber sido testimonio de un proceso judicial que llevó a prisión perpetua al expolicía genocida Miguel Etchecolatz.