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“Tener características físicas árabes marcadas es peligroso porque te siguen, te insultan, te golpean o te interrumpen en cualquier lugar público”

Entrevista a Guillermo Almeyra, editorialista internacional de “La Jornada” (México)


-M.H.: Alí David al grito de “yo soy alemán, extranjeros de mierda, jodidos turcos” asesinaba a 10 ciudadanos alemanes en la ciudad de Múnich. Un caso extraño, porque conocíamos los de los desadaptados por una historia de esclavitud, colonialismo y despojo que se presentaban como voluntarios, y marchaban a combatir en Siria e Irak en las filas de Al Qaeda o el Estado Islámico. Además proliferan en Europa las células durmientes o lobos solitarios dedicados a cometer atentados en los momentos y en los lugares menos pensados.

También conocíamos a aquellos hijos de inmigrantes, recién llegados, o no tanto, que se sienten europeos y se asimilan a las sociedades de adopción y asumen como propias la lengua, la cultura, las tradiciones y costumbres; muchos de ellos eligen enrolarse en el ejército, tanto en USA como en los países de la UE, incluso como una salida que les garantice un futuro económico. En ese sentido los podríamos calificar como cipayos, como aquellos soldados indígenas encuadrados en el ejército británico en el siglo XIX/XX. Pero el caso de Alí David, este francotirador de 18 años de origen Iraní nacido en Alemania, llama la atención. ¿Cuál es su opinión al respecto?

-G.A.: Los alemanes dicen que estaba loco, que era un hombre violento que tenía problemas

psiquiátricos. La policía alemana no encuentra una raíz terrorista, sostiene que era un caso patológico. Pero hay un odio difuso contra la sociedad y el mundo, que hace que otro degüelle a un cura francés de 86 años y aparezca casi sin antecedentes, era un hombre vigilado pero no por atentados terroristas, como un acto puramente individual. Entonces, flota en el aire esa brutalidad con la que los policías franceses agreden a los manifestantes, a las mujeres, a los niños en el suelo. Me recuerda a la guerra de Argelia, donde en Francia la policía tiró al Sena a 150 personas que se ahogaron y mató a otras en las comisarías, por racismo contra los árabes a quienes llamaban ratones. Ahora hay un racismo anti blanco y otro anti árabe que se enfrentan. Ya es peligroso, por ejemplo, tener características físicas árabes marcadas porque te siguen, te insultan, te golpean o te interrumpen en cualquier lugar público. Del otro lado, se paga con la misma moneda, sin razón alguna.


-M.H.: El fin de semana escribió un artículo que va a dar que hablar. Voy a leer dos párrafos y voy a dejarlo a usted continuar: “Por supuesto la candidata del Partido Demócrata, Hillary Clinton, es servidora del capital financiero internacional y belicista como lo demostró cuando fue canciller de Obama. Los dos candidatos en EE. UU. defienden al capitalismo en general y al imperialismo estadounidense en particular. En eso son iguales, pero en las otra cosas no.

-En Argentina cometí el error de juzgar sociológicamente a los dos candidatos que fueron al ballotage y me abstuve diciendo que iban a aplicar el mismo programa y que eran igualmente anti obreros y corruptos. Lo cual es cierto. Pero pasé por alto el detalle de los métodos y lazos de quien proponía tirarnos a las brasas, Macri, y de quien prometía hervirnos lentamente, Scioli. No es lo mismo en efecto, un gobierno de Hollande, que un gobierno de Le Pen, aunque el primero prepare el del segundo. Por consiguiente, lo recomendable a los latinos y trabajadores en EE. UU. es organizarse, inscribirse en el padrón electoral y votar críticamente por Hilary Clinton, tapándose la nariz y sin tener en ella ni un mínimo de confianza.

-G.A.: Creo que está clarísimo. Los dos son candidatos imperialistas. Clinton es además sionista y ha hecho la política imperialista del establishment con Obama de modo impecable y va a seguir de esa manera, sin dudas, por eso es tan impopular, por eso Bernie Sanders le hizo frente con un éxito extraordinario.

-Pero Trump es otra cosa, un outsider del sector del capital, un sector de aventureros, pero los más irresponsables, los más racistas y represores son los que están con él y este hombre no tiene el menor contrapeso, porque el establishment está contra él. Además tiene un apoyo de masas, porque se apoya en la incultura, el atraso, el racismo, el chauvinismo de vastas capas sociales, de trabajadores incluso.

Hay que tener en cuenta que los sindicatos apoyaron a Clinton pero no representan hoy en EE. UU. más que el 5% de la mano de obra. Trump es un peligro, como un mono con navaja porque no tiene ideas, no tiene programa, a la larga lo van a intentar domar y hacerlo entrar en la línea y que haga la misma política que harían Clinton u Obama.

Pero Trump puede hacer de entrada algunas de las cosas que debilitarán enormemente la economía norteamericana, aumentará la protesta y la desocupación y creará efectos muy serios en una economía mundial que está al borde de una tremenda recesión. Italia podría reventar con una crisis peor que la de Grecia, Europa que se estaba recuperando vagamente, caería; la pelea con China sería inevitable y eso provocaría graves repercusiones en ese país, pero también en el resto del mundo y todos esos deseos de buenas relaciones con Putin y el presidente norcoreano saltarían por el aire, porque el imperialismo cuando elige presidente tiene una línea, en eso es en lo único que coincido con la conferencia que dio Cristina Kirchner, hay una continuidad, no es cosa de un presidente u otro.

En cuanto al problema de los derechos democráticos, creo que si los dos candidatos son iguales, como lo eran en el fondo Macri y Scioli, lo más importante ahora, después de la experiencia macrista, es ver qué permite una ruptura más fácil con el neoliberalismo de ambos, qué permite ganar más tiempo para una reorganización de los trabajadores contando con que la burocracia sindical va a aplicar una política de ajuste junto con ambos, y qué permite un mínimo de relaciones democráticas.

Creo que es evidente que la situación en Argentina es más difícil, porque todo el mundo está más pobre, tiene que desesperarse en busca de cómo comer, porque aumentó el desempleo, porque el país está más débil, sin que la política de Macri pueda dar resultados. Como tampoco los hubiera dado la de Scioli, pero era posible reaccionar mejor y tener más tiempo para ser independientes.

Por eso no se trata de apoyar a Clinton ni a Trump, votar a Clinton no es apoyarla, es votar contra Trump y dar un poco más de tiempo para encontrar lo único que puede acabar con los Clinton y los Trump en EE. UU. que es una independencia de los trabajadores, construir un movimiento obrero. Hay gérmenes en los que apoyaron a Sanders, podría haber un desarrollo de eso creando un tercer partido, lo que tendría bastante más complicaciones con Trump, porque eso necesita tiempo y legalidad.

Erdogán dio un salto y se convirtió en un agente de Qatar y Arabia Saudita

-M.H.: Otro tema importante fue el golpe en Turquía. El domingo en la céntrica plaza de Taksim en Estambul decenas de miles de personas condenaron el fallido golpe militar del 15 de julio, pero también pronunciándose contra toda deriva nacionalista e islamista del presidente Erdogán. La marcha fue convocada por el partido socialdemócrata, el mayor de la oposición turca. “Turquía laica” se oía en todas partes, “Taksim en todas partes, en todas partes resistencia”, el lema de los manifestantes antigubernamentales del Parque Gezi en 2013, las últimas que se han podido celebrar en esa plaza hasta el pasado domingo.

Un golpe que ha tomado una deriva importante, han sido detenidas más de 13.000 personas, 123 generales y almirantes de las Fuerzas Armadas que representan un tercio del total de generales y almirantes que componen su cúpula, entre ellos los Comandantes del Segundo y Tercer ejército de las fuerzas terrestres y el Comandante de las Fuerzas Aéreas, acusado de ser el cerebro del golpe y más de 2.000 jueces, fiscales, policías, etc. ¿Qué análisis hace usted de esta situación que se vive en Turquía?

-G.A.: Creo que este golpe fallido o provocación de Erdogán, no se sabe bien, barre con toda la historia de la Turquía laica, desde el fin de la Primera Guerra Mundial en el siglo XX hasta hoy. Y con el Ejército, que no era islámico, que era laico, aunque con las características turcas y no tenía ningún empacho con llevar adelante genocidios como hicieron con los armenios o los cristianos ortodoxos y los griegos, ni tampoco ningún reparo en atacar Chipre.

Turquía hasta ahora era un sub imperialismo, un instrumento de Occidente, de EE. UU. en particular. Para estar en contra la URSS, después contra Rusia, para provocar a Grecia y disputar las islas, porque abajo hay petróleo. Turquía también era un instrumento para el Medio Oriente, pero Erdogán dio un salto y se convirtió en un agente de Qatar y Arabia Saudita, no solo en su apoyo al Estado Islámico, sino también desde el punto de vista del Islam más reaccionario. En Arabia Saudita y en Qatar los sindicatos están prohibidos con condena de muerte, las mujeres no tienen ningún derecho. Quiere hacer volver a Turquía a la época de los Sultanes y convertirse él en Sultán.

-M.H.: ¿Podríamos hablar de un neo otomanismo?

-G.A.: Sí, claro. Por otra parte está financiado por la explotación del petróleo que hace el Estado Islámico en Irak y Siria y que pasa por Turquía, por Arabia Saudita y por Qatar. Es un desarrollo en cuanto al fundamentalismo más agresivo y hacia el pasado de un sector que lo único que tiene de moderno son los tanques y los aviones.

La Unión Europea está ante un grave problema, porque durante mucho tiempo los alemanes esperaban que Turquía, que había sido siempre una semicolonia alemana, pudiese entrar a la UE, lo cual les daría un peso muy grande en Medio Oriente, pero ahora no pueden aceptar esto, aunque intenten enmascarar a Erdogán y no tomen medidas.

Hay una caricatura de un dibujante italiano muy buena, donde aparece Merkel ofreciéndole unas pantuflas a Erdogán que tiene los pies llenos de sangre y le dice “las pantuflas para que entre en la casa”. Quieren ocultar y disfrazar lo que viene ahora, porque no solamente se van a largar contra los kurdos sino también contra los demócratas del partido socialdemócrata que es un partido moderadísimo. En Turquía se avecina una enorme represión.