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Más de la mitad de las horas extraordinarias no se pagan

22 Agosto 2016

“Mi jornada laboral empieza a las cinco y debería terminar a las nueve, pero a veces se alarga una hora o una hora y media más”, explica Julia que trabaja en una tienda a tiempo parcial. “Mis compañeros y yo no decimos nada porque tal y como están las cosas cualquiera se queja. Tenemos miedo de que nos echen”, añade esta joven de 22 años que compatibiliza este trabajo con sus estudios.Más de la mitad de las horas extra (53,7%) que se hicieron en el segundo trimestre de este año no se pagaron, según la Encuesta de Población Activa (EPA). De los 6,2 millones de horas extra trabajadas a la semana, sólo 2,8 millones recibieron algún tiempo de compensación -en tiempo o en dinero-, el resto, 3,3 millones, no tuvieron, por el contrario, ninguna.Pese a que los trabajadores a tiempo parcial no pueden realizar horas extra salvo para prevenir o reparar siniestros o en casos de daños extraordinarios o urgentes, en actividades como la hostelería o el comercio la normativa se incumple de forma frecuente. Con jornadas que en ocasiones superan las 10 horas al día. Pero estas prácticas abusivas también se dan en otros sectores como las finanzas y seguros, la industria manufacturera y el transporte.Como Julia, pocos se atreven a denunciar estas prácticas por miedo a perder el empleo o por desconocimiento de sus derechos. Conscientes de que se trata de una práctica muy extendida, la Inspección de Trabajo y Seguridad Social ha intensificado en los últimos meses los controles para que se respete la jornada máxima y, en caso de realizar horas extra, el trabajador sea compensado. Este organismo dependiente del Ministerio de Empleo considera que “no es admisible, que con la invocación de la flexibilidad horaria que brindan las normas laborales, puedan perjudicarse los derechos de los trabajadores y se altere el equilibrio contractual mediante la prolongación indebida de la jornada laboral”.Una práctica ilegalLos sindicatos denuncian que algunos empresarios usan el argumento de la flexibilidad laboral como excusa para no retribuir las horas extraordinarias con lo que se precarizan aún más la condiciones laborales. “No pagar ni compensar (en tiempo de descanso o en dinero) las horas extra trabajadas es ilegal”, denuncia Luis Zarapuz, del gabinete económico de CCOO. “No pagar las horas extra no tiene nada ver que con flexibilidad laboral, sino con explotación laboral”, subraya Isabel Araque, secretaria confederal de UGT.Además, sostienen, de este modo se ahorran puestos de trabajo. No necesitan contratar a más personal porque el que tienen hace más horas de las que estipula su contrato. En definitiva, trabajar más por lo mismo o incluso por menos, como ocurre en aquellas compañías en las que se han devaluado los salarios en los últimos años.”En fases de crisis y de elevado desempleo, como la que vivimos desde 2008, la inseguridad que perciben los trabajadores aumenta, y por eso hay empresas que se aprovechan de ello para exigir condiciones laborales que entran de lleno en el terreno de la explotación y la ilegalidad. Los trabajadores tienen miedo de denunciar estas prácticas abusivas, no sólo en materia de horas extra no pagadas, sino también en salarios, vacaciones, días de permiso justificado, etc”, explica Araque.Más controles de la InspecciónCon el fin de evitar que se cometan estos abusos, los inspectores están realizando este verano visitas a bares, restaurantes y comercios para comprobar si el número de horas extra no supera el máximo legal (80 anuales), si éstas están siendo remuneradas y si se cotiza por ellas. Si observan irregularidades, el empresario puede ser multado con sanciones que oscilan entre los 600 y los 6.000 euros.Dos sentencias de la Audiencia Nacional de 2015 obligan a las empresas a llevar un registro diario de la jornada de sus trabajadores porque, concluyen, sólo así se puede “asegurar efectivamente el control de las horas extraordinarias” y evitar que los trabajadores se encuentren en “una situación de indefensión”.Sin embargo, no todas las empresas llevan a cabo estos registros. Y los empleados que denuncian se enfrentan con dificultades para demostrar qué hicieron horas extra y no se las pagaron. Por eso, los expertos recomiendan guardar calendarios laborales, cuadrantes de turnos y emails de los jefes para demostrar que se trabajó fuera de la jornada ordinaria.Cuando comenzó la crisis (y tomando como referencia el segundo trimestre de 2008), el número de horas extra pagadas ascendía a seis millones y el de no pagadas a 3,9 millones, es decir, la mayoría se pagaban. En 2012 la tendencia se invirtió y más de la mitad de las horas extras empezaron a no cobrarse: 2,3 millones se pagaban frente a tres millones en las que el trabajador no recibía ningún tipo de contraprestación. Una situación que se mantiene en la actualidad sin grandes cambios, pese a los síntomas de mejora de la economía española. “Explotación laboral””La recuperación de la actividad y la producción se ha sostenido en parte a costa de una mayor explotación laboral de los trabajadores ya contratados en lugar de atender esa mayor producción con un aumento de la plantilla. Así, las horas extras pagadas legalmente se han ajustado al ciclo económico y del empleo, mientras que las horas extras no pagadas ni compensadas se han evidenciado como un elemento de precariedad estructural presente en nuestro mercado de trabajo, y que se ha agudizado con la salida de la recesión”, subraya Zarapuz.Estas prácticas ilegales no sólo afectan a los contratos a tiempo parcial. De hecho, las horas extra no pagadas se concentran sobre todo en empleos indefinidos y con jornada a tiempo completo. El 77% de los asalariados con contrato fijo a jornada completa hacen horas extraordinarias y no perciben ningún tipo de retribución. “Esto se aleja del perfil tradicional de precariedad laboral asociado a contratos temporales y a jornada parcial”, añade Zarapuz, “y amplía el perfil y alcance de la precariedad laboral a los trabajadores indenifidos y a tiempo completo que se ven obligados a trabajar horas extra por las que no reciben compensación”.