General

Bachilleratos populares en Argentina: “un proyecto político, pedagógico, disruptivo y revolucionario” Leandro Segado

por Segura Segura, Redacción ProMosaik América Latina, 26-7-2016

En Argentina en los últimos años vienen haciendo parte de los procesos educativos del país diferentes “bachilleratos populares”, espacios donde se vinculan personas adultas que no terminaron la secundaria o jóvenes que no han logrado acceder a la educación formal por la falta de preocupación del Estado para garantizar este derecho a los sectores más humildes.

Villa 21-24, barrio Barracas. La mayoría de estudiantes de este bachillerato provienen de Paraguay.

Hablamos con Leandro Segado en la ciudad de Buenos Aires, militante del Frente Popular Darío Santillán e integrante del bachillerato que lleva el mismo nombre. Segado relata la otra realidad de la educación en Argentina, expresando la ardua lucha de las organizaciones sociales por mantener estos espacios que han permitido proponer pedagogías antiautoritarias en sectores populares donde hay más violencia y policías que escuelas al alcance de sus habitantes. Con consignas como el “trabajo, la dignidad y los cambios sociales”, este bachillerato ha logrado asociarse con la comunidad con quienes además de generar vínculos de aprendizaje mutuo, se organizan colectivamente para hacer política “desde abajo”, mejorando así sus condiciones de vida a la vez que cimientan “nuevas alternativas de sociedad”.

Sergio Segura: Cuéntanos cómo surge este espacio

Leandro Segado: Surge de la necesidad de los compañeros y compañeras (sobre todo compañeras) de  nuestra organización de terminar sus estudios  secundarios, sumado a esto, participan vecinos de los barrios donde construimos relaciones y tejido social.

Esa necesidad se transformó en la posibilidad de hacer un proyecto político, pedagógico, disruptivo y revolucionario, en términos de poder desafiar la tradición “normativista” con las formas y contenidos de la educación que proponemos. Por eso elegimos trabajar de la misma forma que trabajábamos en otros espacios educativos ya existentes en el Frente Popular Darío Santillán: apoyo escolar, espacios de formación política, recreación, entre otras prácticas que entendemos desde la educación popular.

La educación popular suele reivindicarse sobre todo fuera de las instituciones del Estado, ¿ustedes están reconocidas por el Gobierno o son escuelas ‘no formales’?

Somos escuelas formales. Hablamos de “institución del poder popular” o “nueva institucionalidad”. Concebimos el cambio social desde el desarrollo del poder popular “desde abajo” pero también penetrando y transformando “por arriba”, es decir, las instituciones estatales.

¿Al estar reconocidos por el Estado, no tendrían que aplicar la misma normatividad en cuanto a criterios de evaluación y apuestas pedagógicas?

No necesariamente. Allí radica una gran diferencia en nuestra pedagogía. La forma y los criterios de evaluación son a partir de los procesos que se relacionan con los contenidos de las materias que se enseñan. Se propende por la participación, el compromiso y luchamos fuertemente contra la deserción escolar, una de las principales dificultades.

Mantenemos total independencia pedagógica dentro de nuestras escuelas.

¿Cuántos bachilleratos populares se pueden encontrar en Argentina? ¿Dialogan entre ustedes?

Según informe del Grupo de Estudios sobre Movimientos Sociales y Educación Popular (GEMSEP)  se encuentran más de 80 bachilleratos populares en todo el territorio nacional. 

Por supuesto tenemos instancias de coordinación. Integramos la Coordinadora de Bachilleratos Populares en Lucha que tiene como puntos centrales reivindicativos la oficialización de los bachilleratos populares como escuelas públicas, el reconocimiento de los títulos para sus estudiantes y el reconocimiento de sus educadores como trabajadores de la educación.

Manifestación contra la negligencia estatal por no prevenir ni atender miles de casos de dengue


¿En qué territorios hacen presencia y esto qué representa para estudiantes y habitantes del sector?

Gran parte de los bachilleratos populares se concentran en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y en la Provincia de Buenos Aires, también están en otras regiones del interior del país. 

Dos de los bachilleratos populares del Frente Popular Darío Santillán están en CABA, hay uno en Villa Fiorito (Lomas de Zamora) y otro en Monte Chingolo. Como resultado de una toma de tierras, próximamente se abrirá otra escuela en Budge.

Para los estudiantes representa una oportunidad y una alternativa para terminar el nivel secundario de educación. Es una satisfacción frente a una necesidad insoslayable en nuestro tiempo como lo es terminar la escuela secundaria. Para los vecinos es también una alegría y un orgullo que se abra una escuela en su barrio, donde el Estado no suele hacer presencia, a excepción de la militarización que se vive con las fuerzas de seguridad estatales.

El gobierno del presidente Mauricio Macri ha ejecutado importantes recortes a los presupuestos, sobre todo los que competen con políticas sociales, afectando directamente la educación, el trabajo y los proyectos de inclusión y participación. ¿Cómo les ha perjudicado esta coyuntura?

Ha afectado en términos de que los estudiantes se ven golpeados por los ajustes (alta inflación y salarios bajos) y el ‘tarifazo’ (aumento desmedido de los servicios de gas, agua y transporte). Debido a esta situación han tenido que buscar trabajos extra para poder sobrevivir, lo cual hace que lleguen más cansados al ‘bachi’ o que eventualmente lo abandonen.
También está la situación de que hay cortes de luz más frecuentes y se han tenido que cancelar clases. Esperamos que esta situación se revierta.

Un mensaje del Bachillerato Popular Darío Santillán para nuestros lectores

Hay que tener esperanza en que todo cambio es factible de realizarse con esfuerzo y compromiso. Hemos visto la emoción de estudiantes cuando se vinculan a una universidad y van con el título del bachi, cuando años atrás resultaba imposible siquiera imaginarse esta situación…con esta imagen pequeña, nos podemos imaginar que todo cambio, por más duro que sea en lo inmediato, es posible de realizarse si nos organizamos y luchamos para conseguirlo.

Encuentro docente de varios bachilleratos populares